La diferenciación sexual es la expresión fenotípica de un conjunto de factores genéticos que determinan que el individuo sea capaz de formar células sexuales femeninas (óvulos), células sexuales masculinas (espermatozoides) o ambos tipos de células (hermafroditas).
En la naturaleza existen diferentes mecanismos para determinar el sexo de los individuos de una especie.
1. Determinación cromosómica del sexo: Es el método más común de determinación del sexo en las especies diploides. En estas especies existen cromosomas autosómicos y cromosomas sexuales. Los cromosomas sexuales son los que determinan el sexo del individuo. Se caracterizan por ser de diferente tamaño, forma y por no poseer todos sus segmentos homólogos, sino que existen segmentos diferenciales que solo están presentes en uno de los cromosomas. Por ello se les conoce también como heterocromosomas. Sin embargo, no son los propios cromosomas los que determinan el sexo, sino los genes que en ellos se encuentran y que determinan una diferenciación morfológica y fisiológica del sexo.
Existen especies, como los mamíferos, en la que los machos son heterogaméticos y las hembras homogaméticas. En la especie humana, por ejemplo, el cromosoma Y determina el sexo masculino (XY). La ausencia del cromosoma Y determina el sexo femenino (XX).
En la naturaleza existen diferentes mecanismos para determinar el sexo de los individuos de una especie.
1. Determinación cromosómica del sexo: Es el método más común de determinación del sexo en las especies diploides. En estas especies existen cromosomas autosómicos y cromosomas sexuales. Los cromosomas sexuales son los que determinan el sexo del individuo. Se caracterizan por ser de diferente tamaño, forma y por no poseer todos sus segmentos homólogos, sino que existen segmentos diferenciales que solo están presentes en uno de los cromosomas. Por ello se les conoce también como heterocromosomas. Sin embargo, no son los propios cromosomas los que determinan el sexo, sino los genes que en ellos se encuentran y que determinan una diferenciación morfológica y fisiológica del sexo.
Existen especies, como los mamíferos, en la que los machos son heterogaméticos y las hembras homogaméticas. En la especie humana, por ejemplo, el cromosoma Y determina el sexo masculino (XY). La ausencia del cromosoma Y determina el sexo femenino (XX).
En otras especies, como las aves, reptiles y lepidópteros, es justo al revés. El sexo masculino es el homogamético y el femenino el heterogamético. Para diferenciarlos del otro mecanismo se suele representar con letras diferentes (ZZ, ZW).
2. Equilibrio génico. En este caso el sexo viene determinado por la proporción entre los genes autosomas y los sexuales. Es el caso de la Drosophila melanogaster, en la que los machos son XY, pero no es el cromosoma Y el que determina el sexo masculino, sino el cromosoma X en conjunto con los cromosomas autosómicos. Sin embargo el cromosoma Y si que determina la fertilidad de los machos (más información en el documento adjunto).
3. Haplodiploide. Es característico de las abejas, avispas y hormigas. En estos organismos los machos se forman por partenogénesis (no hay unión de los gametos) a partir de huevos no fecundados y por ello son haploides; mientras que las hembras (reinas y obreras) se originan a partir de huevos fecundados y son diploides.(la diferencia entre las reinas y las obreras está en la cantidad y calidad del alimento que ingieren cuando son larvas).
4. Factores ambientales. En muchas especies la dotación cromosómica no determina totalmente el sexo, sino que son las condiciones ambientales las que influyen determinantemente (por ejemplo la temperatura del huevo durante la incubación).
Estos son los principales mecanismo de determinación del sexo que se conocen en la naturaleza. Sin embargo hay otros métodos y excepciones a alguno de los comentados. Podeis encontrar más información sobre la determinación del sexo en el siguiente texto.
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