lunes, 21 de enero de 2013

EL CICLO DE KREBS

El ciclo de Krebs, o ciclo del ácido cítrico, es el núcleo central del metabolismo celular en el que convergen todas las rutas catabólicas destinadas a la obtención de energía (glúcidos, lípidos y proteínas). También es una ruta que puede funcionar de forma anabólica ya que las interconexiones metabólicas son muy complicadas y el recorrido que puede seguir una sustancia depende de las condiciones metabólicas de la célula.
El Acetil-Co.A es el compuesto que ingresa en esta ruta metabólica cíclica, el cual puede provenir de la degradación de los glúcidos, lípidos o proteína. La función del ciclo de Krebs es oxidar el grupo acetil del Acetil-Co.A hasta CO2, al mismo tiempo que se reduce el NAD+ y el FAD (poder reductor), en una serie de 8 reacciones que ocurren en la matriz mitocondrial.
En cada ciclo se obtienen 3 NADH, 1FADH2 y 1 GTP, además de desprenderse 2 moléculas de CO2 y necesitarse 2 de H2O.
En el caso de la glucosa, como por su degradación se producen dos ácidos pirúvicos y por cada uno de ellos un Acetil-Co.A, cada glucosa produce la activación del ciclo de Krebs 2 veces, generándose un balance energético total de:

2GTP + 6 NADH +2 FADH2





El Acetil-Co.A también puede provenir de la degradación de los ácidos grasos. La degradación de estos compuestos, que actúan como reserva energética en los vertebrados, comienza con la hélice de Lynen (ß-oxidación) que produce la liberalización sucesiva de 2 átomos de carbono en forma de Acetil-Co.A. Este ingresa en el ciclo de Krebs produciendo el mismo balance que en el caso de la degradación de la glucosa.
Para que los ácidos grasos puedan degradarse en la mitocondria en la ß-oxidación primero tienen que activarse, pero de ello ya hablaremos en otro momento.

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